Misa por la JMCS: “Ser comunicadores de esperanza”

El Domingo de la Ascensión del Señor, en la catedral Nuestra Señora de la Paz, el obispo de la diócesis de Lomas de Zamora, monseñor Jorge Lugones SJ, presidió la misa por la Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales.

Como el Papa Francisco, que dejó un mensaje para la ocasión, el obispo invitó a los miembros de la Iglesia diocesana y, en particular, a los referentes de comunicación de las parroquias e instituciones laicas, ser “comunicadores de esperanza”.

En la homilía, monseñor Lugones subrayó que “como los Apóstoles y los primeros discípulos, que compartieron lo que han visto y oído, los comunicadores deben anunciar la fe en Cristo resucitado y comunicar el mensaje de vida”.

Basado en el mensaje papal, que cada año se publica el 24 de enero, memoria de San Francisco de Sales, se refirió al clima de “crispación y enfrentamientos” que se vive en el país. Ante esto, planteó, “cómo somos portadores de esperanza cristiana, cómo aportamos y ayudamos a crecer a otros en la esperanza”. Y recordando otra de las enseñanzas de Francisco dijo que “debemos organizar la esperanza”.

En la reflexión anual, el recordado Sumo Pontífice describía que “hoy en día, con mucha frecuencia la comunicación no genera esperanza, sino miedo y desesperación, prejuicio y rencor, fanatismo e incluso odio. (…) Muchas veces se simplifica la realidad para suscitar reacciones instintivas; se usa la palabra como un puñal; se utiliza incluso informaciones falsas o deformadas hábilmente para lanzar mensajes destinados a incitar los ánimos, a provocar, a herir. Ya he afirmado en varias ocasiones la necesidad de ´desarmar´ la comunicación, de purificarla de la agresividad”.

Otro de los párrafos que leyó el obispo decía: “Sueño con una comunicación que sepa hacernos compañeros de camino de tantos hermanos y hermanas nuestros, para reavivar en ellos la esperanza en un tiempo tan atribulado. (…) Una comunicación que sea capaz de hablar al corazón, no de suscitar reacciones pasionales de aislamiento y de rabia, sino actitudes de apertura y amistad; capaz de apostar por la belleza y la esperanza aun en las situaciones aparentemente más desesperadas; capaz de generar compromiso, empatía, interés por los demás”.

La misa concelebrada por el presbítero Daniel Bossio, párroco de Nuestra Señora de Fátima (Lomas de Zamora) y durante varios años delegado diocesano de la Pastoral de la Comunicación, contó con la participación de los periodistas y comunicadores, responsables/referentes de la comunicación y las redes sociales de las parroquias e instituciones laicas.

“A la Virgen María, ´la influencer de Jesús´”, expresó el obispo, “le pedimos que ella nos ayude a ser comunicadores de esperanza”.

Mensaje del Presidente de la Comisión Episcopal de Comunicación Social
Con motivo de la Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales, el arzobispo de San Juan de Cuyo y Presidente de la Comisión Episcopal de Comunicación Social, monseñor Jorge Lozano, también brindó un mensaje recordando a Francisco: “En una época donde la palabra se ha convertido muchas veces en arma, urge desarmar la comunicación. La agresividad que habita en los discursos públicos, en los debates políticos y especialmente en las redes sociales, genera heridas profundas en el tejido social”, señaló.

(29 de mayo) El Domingo de la Ascensión del Señor, este año, el 1 de junio, la Iglesia celebra la Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales. El Papa Francisco, en el mensaje que dejó para la ocasión, invitó a "ser comunicadores de esperanza, comenzando por una renovación de su trabajo y misión según el espíritu del Evangelio”.

En la reflexión anual, que cada año se publica el 24 de enero, memoria de San Francisco de Sales, el recordado Sumo Pontífice describió que “hoy en día, con mucha frecuencia la comunicación no genera esperanza, sino miedo y desesperación, prejuicio y rencor, fanatismo e incluso odio”. Y amplió: “Muchas veces se simplifica la realidad para suscitar reacciones instintivas; se usa la palabra como un puñal; se utiliza incluso informaciones falsas o deformadas hábilmente para lanzar mensajes destinados a incitar los ánimos, a provocar, a herir. Ya he afirmado en varias ocasiones la necesidad de ´desarmar´ la comunicación, de purificarla de la agresividad”.

“Sueño con una comunicación que sepa hacernos compañeros de camino de tantos hermanos y hermanas nuestros, para reavivar en ellos la esperanza en un tiempo tan atribulado”, expresó. “Una comunicación que sea capaz de hablar al corazón, no de suscitar reacciones pasionales de aislamiento y de rabia, sino actitudes de apertura y amistad; capaz de apostar por la belleza y la esperanza aun en las situaciones aparentemente más desesperadas; capaz de generar compromiso, empatía, interés por los demás”.

“Para hacer esto debemos sanar de las ´enfermedades´ del protagonismo y de la autorreferencialidad, evitar el riesgo de discursos inútiles”, propuso. “Lo que logra el buen comunicador es que quien escucha, lee o mira pueda participar, pueda sentirse incluido, pueda encontrar la mejor parte de sí mismo y entrar con estas actitudes en las historias narradas. Comunicar de esa manera ayuda a convertirse en ´peregrinos de esperanza´, como dice el lema del Jubileo”.

En la catedral Nuestra Señora de la Paz, en el marco de la JMCS, este domingo a las 19 se celebrará una misa y, por ser el Año Santo Jubilar, el Jubileo de los Comunicadores. Están convocados los periodistas y comunicadores, responsables de la comunicación y las redes sociales de las parroquias.

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