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El Papa clausuró el "Año Jubilar de la Misericordia"

 
“Aunque se cierra la Puerta santa, permanece siempre abierta de par en par para nosotros la verdadera puerta de la misericordia, que es el Corazón de Cristo. Del costado traspasado del Resucitado brota hasta el fin de los tiempos la misericordia, la consolación y la esperanza”.

  • 20 Noviembre 2016
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“Aunque se cierra la Puerta santa, permanece siempre abierta de par en par para nosotros la verdadera puerta de la misericordia, que es el Corazón de Cristo. Del costado traspasado del Resucitado brota hasta el fin de los tiempos la misericordia, la consolación y la esperanza”.

Así se expresó el papa Francisco, quien esta mañana, en el día de la solemnidad de Jesucristo Rey del Universo, clausuró el “Año Jubilar de la Misericordia” con el cierre de la Puerta Santa de la Basílica de San Pedro, en el Vaticano.

Antes de iniciar la misa, en la Plaza de San Pedro, el Santo Padre se dirigió a la Puerta Santa en la Basílica de San Pedro y presidió los ritos de clausura del Año Jubilar.

“Agradecidos por los dones de gracia recibidos y animados a dar testimonio con las palabra su las obrar, la ternura de tu amor misericordioso, cerramos la Puerta Santa”, dijo Francisco. A continuación, el Santo Padre se acercó orando en silencio a la Puerta Santa y la cerró. En las diócesis de todo el mundo (en su mayoría), el cierre del Año Jubilar se produjo el domingo anterior. La Iglesia diocesana de Lomas de Zamora, cabe recordar, lo hizo el 12 de noviembre. 

Ya en la homilía de la misa, Su Santidad manifestó: “Este Año de la misericordia nos ha invitado a redescubrir el centro, a volver a lo esencial. Este tiempo de misericordia nos llama a mirar al verdadero rostro de nuestro Rey, el que resplandece en la Pascua, y a redescubrir el rostro joven y hermoso de la Iglesia, que resplandece cuando es acogedora, libre, fiel, pobre en los medios y rica en el amor, misionera. La misericordia, al llevarnos al corazón del Evangelio, nos exhorta también a que renunciemos a los hábitos y costumbres que pueden obstaculizar el servicio al reino de Dios; a que nos dirijamos sólo a la perenne y humilde realeza de Jesús, no adecuándonos a las realezas precarias y poderes cambiantes de cada época”.

Al final de la misa, el Papa firmó la nueva Carta Apostólica Misericordia et Misera, que se hará pública este lunes 21 de noviembre y tiene como fin invitar a toda la Iglesia a vivir la misericordia con la misma intensidad con la que lo ha hecho durante el Jubileo. 

Foto: ACI Prensa