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Francisco sobre el incendio de la catedral Notre Dame: “Que el dolor por los graves daños se transforme en esperanza”

 
Un día después del incendió que afectó a la catedral de Notre Dame de Paris, el papa Francisco manifestó que “hoy nos unimos en oración al pueblo francés, mientras esperamos que el dolor por los graves daños se transforme en esperanza mediante la reconstrucción”.

  • 16 Abril 2019
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Un día después del incendió que afectó a la catedral de Notre Dame de Paris, el papa Francisco manifestó que “hoy nos unimos en oración al pueblo francés, mientras esperamos que el dolor por los graves daños se transforme en esperanza mediante la reconstrucción”.

“Santa María, Nuestra Señora, ruega por nosotros”, completó en un twet de esta mañana en la cuenta @Pontifex_es.  

Los obispos argentinos, por su parte, en una carta dirigida al arzobispo de París, monseñor Michel Aupetit, expresaron su “cercanía espiritual y fraterna ante el dolor por el daño causado en el incendio”.

“Al ver con honda tristeza los daños causados en este emblemático templo católico, nos unimos a la Iglesia hermana de Francia y a todo el pueblo que, aún en su diversidad religiosa y cultural, ve afectado un símbolo de sus más hondas raíces religiosas e históricas”, dice la misiva firmada por el obispo de San Isidro y Presidente de la Conferencia Episcopal Argentina, monseñor Oscar Ojea, y el obispo de Chascomús y Secretario General de la CEA, monseñor Carlos Malfa, en representación del Episcopado argentino.

“Nos unimos al papa Francisco que implora que esa catedral pueda volver pronto a convertirse en `el patrimonio arquitectónico y espiritual de Paris, Francia y la humanidad´”, dijeron.

Por su parte, desde la Comisión de Fe y Cultura de la CEA reconocieron que "conmoción, pena y tristeza ha sido la reacción común proveniente de un amplio arco de ámbitos de la ciudadanía común, los fieles católicos, las artes y la historia o gobernantes y líderes mundiales, ante el incendio de la Catedral de Notre Dame de París".

Monseñor Ariel Torrado Mosconi, obispo de Santo Domingo en Nueve de Julio y Delegado para los Bienes Culturales de la Iglesia aseguró al respecto: “Junto a esto, nos ayuda a tomar conciencia de la necesidad y relevancia de preservar y contribuir al mantenimiento de nuestro patrimonio religioso en sus manifestaciones culturales, arquitectónicas y tantas otras artes. También en nuestra Argentina, desde las más antiguas y tradicionales basílicas levantadas en los albores de la nación hasta la más modesta capilla pueblerina, son espacios que cobijan los momentos más entrañables de la vida como la venida de un hijo en el bautismo o la despedida de un ser querido, allí buscamos consuelo, imploramos paz y expresamos la alegría; allí se han firmado pactos que nos constituyeron como sociedad o se celebraron los primeros comicios de la república; aún hoy, la campana de la iglesia sigue tañendo para convocar, convocar o conmemorar episodios importantes. Este hecho tan doloroso -a la vez que nos mueve a sentirnos solidarios con nuestros hermanos católicos y el pueblo francés todo- nos interpela y desafía". 

Carta del Delegado para los Bienes Culturales de la Iglesia en Argentina

Más temprano, el papa Francisco, también en un mensaje enviado al arzobispo parisino, había expresado que se une “a su tristeza, así como con la de los fieles de su diócesis, los habitantes de París y todos los franceses”.

“En estos días Santos, donde recordamos la Pasión de Jesús, su muerte y su Resurrección, les aseguro mi cercanía espiritual y mi oración”, indicó Su Santidad.


“Me doy cuenta de que también ha afectado un símbolo nacional muy querido en los corazones de los parisinos y franceses en la diversidad de sus creencias” porque, explicó el Papa, Notre Dame “es la joya arquitectónica de una memoria colectiva, el lugar de reunión de muchos eventos importantes, el testimonio de la fe y la oración de los católicos en la ciudad”.

Y deseó que la catedral de Notre Dame “pueda volver a convertirse, gracias a las obras de reconstrucción y la movilización de todos, en esta hermosa joya en el corazón de la ciudad, un signo de la fe de quienes la construyeron, iglesia madre de su diócesis, un patrimonio arquitectónico y espiritual de París, Francia y la humanidad”.