“No podemos construir una Nación desde la guerra entre nosotros”: el mensaje del arzobispo de Buenos Aires en el Tedeum

En el marco de la fiesta patria del 25 de Mayo, el arzobispo de Buenos Aires, monseñor Jorge García Cuerva, presidió hoy el tradicional Tedeum. En la catedral metropolitana, ante la presencia del Presidente argentino, Javier Milei, aseguró que “no podemos construir una Nación desde la guerra entre nosotros”.

La fragmentación de la Patria, la necesidad de diálogo y la palabra “odio” como concepto varias veces repetido, marcaron la homilía de este domingo: “frenar urgentemente el odio”,  “basta de vivir paralizados en el odio y el pasado” y “el pan agrietado por el odio y la descalificación”, fueron algunas de las expresiones.

En su alocución, monseñor García Cuerva advirtió que “experimentamos que se está muriendo la fraternidad, se está muriendo la tolerancia, se está muriendo el respeto; y si se mueren esos valores, se muere un poco el futuro, se mueren las esperanzas de forjar una Argentina unida, una Patria de hermanos”.

Basado en el evangelio de Marcos 5 (21-29 y 35-43), el arzobispo mostró su preocupación por la baja participación ciudadana que se dio en las recientes elecciones provinciales y en la misma ciudad de Buenos Aires, el domingo pasado: “Nosotros también, años de promesas incumplidas y estafas electorales que nos hicieron perder las ganas de participar, nos hicieron perder el entusiasmo de involucrarnos, hasta de cumplir con el deber ciudadano de ir a votar, porque pensamos: ´otra vez lo mismo´, ´nada va a cambiar´; sentimientos e ideas que afloran cuando se experimenta que nos mintieron muchas veces”.

• Video. Homilía del arzobispo de Buenos Aires

“Nuestro país también sangra”, dijo ante varios funcionarios nacionales, del Gobierno de la ciudad y referentes de otros credos religiosos, “tantos hermanos que sufren la marginalidad y la exclusión; tantos adolescentes y jóvenes víctimas del narcotráfico que en algunos barrios es un estado paralelo; tantas personas que están en situación de calle; las familias que sufrieron las inundaciones; las personas con discapacidad; tantas madres que ya no saben qué hacer y cómo evitar que sus hijos caigan en las garras de la droga y el juego; los jubilados que merecen una vida digna, con acceso a los remedios y a la alimentación; herida esta que sigue abierta y sangra hace años, pero que como sociedad tenemos que curarla pronto. Muchos podrán ser los responsables de esta triste situación, pero la oportunidad que tenemos nosotros de resolverla es hoy, ¿cuántas generaciones más y hasta cuándo deberán reclamar por jubilaciones dignas?”.

Pese a todo, “Argentina no está muerta, sino que a veces estamos adormecidos por la indiferencia y el individualismo”, sostuvo. En tiempos de redes sociales, de los “haters”, “los que difaman, desprecian o critican destructivamente a una persona, a una entidad, o una obra; los que odian y justifican su desprecio”, dijo que “tenemos necesidad de diálogo, de forjar la cultura del encuentro, de frenar urgentemente el odio. Démonos otra oportunidad, no podemos construir una Nación desde la guerra entre nosotros” (ver texto completo en adjunto, abajo).

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Adjuntos:

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