Un encuentro ecuménico por la unidad de los cristianos

 
En el marco de la “Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos”, un encuentro ecuménico se llevó a cabo esta noche en la iglesia presbiteriana San Andrés de Temperley, con la presencia del obispo diocesano, monseñor Jorge Lugones SJ.

Promovida por la Comisión Diocesana de Ecumenismo, cuyo delegado es el presbítero José Luis Gergolet, junto a un grupo de otras iglesias cristianas, la reunión tuvo como lema: “Reconciliación. El amor de Cristo nos apremia” (2 Cor. 5, 14-20).

La celebración contó con la presencia del director municipal de Culto, Daniel Centeno, y la participación de pastores, fieles y representantes de la iglesia Metodista, Anglicana, Evangélica del Rio de la Plata, Presbiteriana de Burzaco, alumnos del Profesorado en Ciencia Sagrada del Instituto “Pedro Goyena” con su profesor Gustavo Santos y diáconos permanentes, referentes del DEPLAI, scouts de la catedral Nuestra Señora de la Paz, entre otros miembros de las comunidades católicas.

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Luego de la lectura de textos bíblicos, el obispo aseguró que “Dios nos quiere como hijos, distintos, pero juntos, unidos”. “Es un don y tarea el esfuerzo de la reconciliación”, añadió después de dar gracias a Dios “por el camino ya hecho en pos de la unidad en lo referente a este tema -ecumenismo- y a la superación de las diferencias históricas”.

“Quienes todavía no nos sentamos a la misma mesa para comer el mismo pan, ya comemos el mismo pan de la justicia y ya lo damos a comer a tantos hermanos que esperan ese pan y con los cuales nos acercamos, dialogamos y oramos”, indicó.

Monseñor Lugones enfatizó que los cristianos “no es por una ética que nosotros nos comprometemos, nos comprometemos por el amor; nos mueve el amor de una persona que nos ha amado hasta dar la vida, por eso la unión de los cristianos es la respuesta de los enamorados al gran amante, como dice el Cantar de los Cantares”.

Antes de llevar a cabo -entre los presentes- un gesto simbólico de transformar un “muro”, provocado por los pecados, en una cruz, el obispo destacó: “Si Dios reconcilió a la humanidad entera consigo, ya estamos reconciliados en él; esta condición es real y profética al mismo tiempo: ya estamos reconciliados, pero todavía no lo vemos plenamente, será escatológica la reconciliación plena, es decir, del último día, de los últimos tiempos, ¿acontecerá en la historia?, no lo sabemos, pero sí sabemos que caminando en las huellas de la reconciliación entre las iglesias, caminamos en las huellas abiertas de Cristo”.

La “Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos”, que tiene como fin rezar “para que todos sean uno (...), para que el mundo crea” (Juan 17,21)”, se celebra todos los años -en el hemisferio sur- en los días posteriores a la fiesta de Pentecostés; en el hemisferio norte, en cambio, se vive del 18 al 25 de enero, entre las festividades de la confesión de San Pedro y la de la conversión de San Pablo.