La parroquia San Francisco de Paula (Ing. Budge) celebra 50 años de vida
La parroquia San Francisco de Paula (Ing. Budge) celebrará, el 8 de octubre, 50 años de su creación canónica. El obispo de la diócesis de Lomas de Zamora, monseñor Jorge Lugones SJ, presidirá una misa, luego de una procesión que se iniciará a las 16 -con la participación de sus cinco capillas- en la plaza principal de esta localidad de Lomas de Zamora.
- 05 Octubre 2022
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La parroquia San Francisco de Paula (Ing. Budge) celebrará, el 8 de octubre, 50 años de su creación canónica. El obispo de la diócesis de Lomas de Zamora, monseñor Jorge Lugones SJ, presidirá una misa, luego de una procesión que se iniciará a las 16 -con la participación de sus cinco capillas- en la plaza principal de esta localidad de Lomas de Zamora.
El párroco actual es el presbítero Waldo Brítez y el vicario, el presbítero Raúl Díaz. Ellos son sucesores de tantos sacerdotes, entre ellos, el padre Reynaldo Conforti CM, primer párroco de la comunidad, perteneciente a la Congregación de la Misión de San Vicente de Paúl (CM) u Orden de San Vicente de Paul, que dio a varios de sus hijos para la labor pastoral en la zona, junto a la tarea también de sacerdotes dehonianos.
Hace más de 70 años, la zona de Cuartel IX, donde hoy está Ingeniero Budge, dependía de la parroquia Nuestra Señora de los Remedios, de la localidad Remedios de Escalada, Lanús. El párroco de entonces, monseñor Agustín Casanova, es el primer sacerdote que celebra misa en el lugar. Desde el 24 de junio de 1949, cuando fue la primera, recuerdan, comenzó a celebrarse la Eucaristía una vez al mes.
En un terreno baldío con frondosa arboleda, propiedad de don Napoleón Ruggeri, se hace un techo con ramas de los árboles, donde los vecinos de la zona empiezan a reunirse para rezar. Ruggeri tenía pensado donar estos terrenos para la construcción de una sala de primeros auxilios y una capilla, por lo que visita a Eva Perón para conseguir fondos, pero no obtiene respuesta positiva. Por el año 1950 se forma una comisión con vecinos del lugar para luchar por ello, entre ellos, Agustín Mir, propietario de un corralón de materiales, Antonio Escalera y tantos otros. Y con la donación de maderas de cajones para embalar automóviles se construye la primera capilla y un altar “que resulta demasiado grande para la capacidad de ésta”, por lo que se lo recorta.
- Testimonio: la historia de la parroquia
La capilla toma el nombre de San Francisco de Paula, en honor del santo nacido en la localidad de Paula, Italia, a pedido del dueño de los terrenos. Al principio se veneraba la imagen del santo en una figura de cartón exhibida en un estandarte, y sólo se celebran bautismos, no así casamientos, los que deben realizarse en la parroquia de Escalada. Recién en 1955 comienza la catequesis de niños con catequistas de la Acción Católica venidos de la parroquia y de Capital Federal. Y queda instituida el día de la celebración patronal, que será el 2 de abril de cada año, por ser el día del nacimiento del santo patrono.
La “Gran Misión de Buenos Aires", realizada en 1960, trajo a la zona dos sacerdotes de España. “La misión dio muy buenos resultados, ya que gran cantidad de personas recibieron los sacramentos y participaron de las numerosas procesiones por el barrio”, se evoca. Lo mismo la inundación de 1967 que destruye imágenes, incluyendo la del patrono que ya era de yeso, más bancos, pisos y altar. Con ayuda del gobierno provincial se levanta un salón grande que sirve de capilla y de lugar para la catequesis.
En 1970 se le insiste al padre Casanova la necesidad de transformar la capilla en parroquia debido a la gran cantidad de fieles que se acercaban. Muere entonces el señor Ruggeri sin ver terminado lo que fue su sueño, la construcción de la capilla y sala de primeros auxilios, pero deja esos terrenos con esa finalidad. Así comienza la construcción del nuevo templo, con la colaboración de los vecinos y de las Hermanas de la Asunción, que se habían establecido unos años antes.
Las hermanas María del Carmen, Micaela, Genoveva y Nilda son las religiosas que se ocupan de visitar los hogares y ver sus necesidades tratando de solucionarlas, “y también salen a proponer a las madres ser ´mamá catequista´ dada la cantidad de niños que se inscriben para recibir el catecismo”. De los sacerdotes que acompañan, se recuerda al padre dehoniano Lino Frizarín, que venía de la parroquia del Sagrado Corazón de Villa Celina. “En su bicicleta buscaba a los hombres que comprometían a trabajar, en tanto las mujeres y las hermanitas preparaban el almuerzo para todos mientras otras cebaban mate”. Y otros tantos sacerdotes vicentinos que dejaron su marca en la comunidad.
El 2 de enero de 1972 nace la nueva parroquia, ubicada hoy en Azamor y Bariloche. Fueron padrinos de la misma, Dolores Villar (Doña Lola) y Antonio Escalera. Desde la celebración del primer bautismo hasta la designación como parroquia, los registros de casamientos y bautismos se encuentran en la parroquia Nuestra Señora de los Remedios. La imagen del patrono, que es la actual que preside el templo, fue donada por el señor Mannarino, un vecino de origen italiano que la había traído desde su patria.
Al padre Conforti, el primer párroco, le suceden los padres Miguel Bianchi, Rubén Calatayud y José Mascina, quien “alegra las celebraciones tocando la guitarra y otros instrumentos, canta y compone canciones religiosas, entre ellas, ´El Servidor´ y la canción a San Francisco de Paula”. E impone también los “rosarios de la aurora” que se realizan a las seis de la mañana. Y continúa la labor otro vicentino, el padre Ignacio Riasol, que estuvo por casi 20 años al frente de la parroquia y cuyos restos se encuentran sepultados en el predio del templo. Aunque los padres vicentinos se fueron en 1978, él decidió quedarse y pasó a formar parte del clero diocesano.
Las Hermanas de la Asunción siguieron en la comunidad prestando sus servicios, dictan cursos de alfabetización, corte y confección, animan grupos de jóvenes, matrimonios, misioneros, servidoras de María. Son también enfermeras y ayudan con medicamentos, en la medida de sus posibilidades, a los más necesitados. En 1995 tienen que partir por la necesidad de encontrar barrios más pobres para seguir prestando sus servicios.
Cuando fallece el padre Riasol, en 1995, queda momentáneamente a cargo de la parroquia el presbítero Oscar Garay, que desde que era diácono venía ayudando en las diferentes comunidades. En febrero de 1997, el entonces obispo, monseñor Desiderio Collino, nombra párroco al presbítero Jorge Beigbeder y vicario parroquial al presbítero Oscar Casale. Eduardo Llama, Andrés Aquino (administrador parroquial) y Brítez, en la actualidad, continuaron el camino.
La parroquia de Remedios de Escalada creó numerosas capillas, hoy parroquias, entre ellas, la Santa Cruz (Fiorito), Nuestra Señora de Fátima (Villa Centenario) y, como quedó detallado, San Francisco de Paula. La parroquia de Budge, a su vez, dio vida a numerosas capillas (Madre del Pueblo, Medalla Milagrosa y San Vicente de Paul) que con el tiempo se convirtieron en parroquia, por ejemplo, San Alberto Magno. O la capilla María del Rosario, que ahora pertenece a la parroquia Nuestra Señora de la Merced (Villa Independencia, Lomas de Zamora). O Nuestra Señora de la Esperanza y Santa Catalina de Siena, que ahora pertenecen a la parroquia vecina Beata Laura Vicuña.
Hoy las capillas de San Francisco de Paula son: Nuestra Señora de Budge, Sagrado Corazón de Jesús, San Cayetano, Nuestra Señora de Luján y Ceferino Namuncurá. Y así como las comunidades se multiplicaron, también de la parroquia que ahora celebra sus Bodas de Oro surgieron varias vocaciones sacerdotales y religiosas: Arnaldo Villalba, José Andrés Aquino y José Maria Duarte, son los sacerdotes del clero diocesano. Y el padre Mario Fortuoso Nuñez, sacerdote dehoniano hoy en Paraguay. Y religiosas como Laura Sánchez, de las Misioneras del Sagrado Corazón de Jesús (colegio Cabrini), hoy en África, más Estela Obredor y Delia Aguirre, de las Hermanas Azules.
Así creció San Francisco de Paula, que en el 2022 cumple 50 años de vida.-
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