- 08 Agosto 2023
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En la parroquia Nuestra Señora de Itatí (Banfield), el obispo de la diócesis de Lomas de Zamora, monseñor Jorge Lugones SJ, presidió esta mañana la misa exequial por el eterno descanso del padre Mirko Grbec, sacerdote por más de 56 años y párroco de esta comunidad, fallecido el lunes.
Al término de la misa, el obispo valoró de Grbec su colaboración y su pertenencia a la diócesis: “Despedimos al padre Mirko que ya está transitando esta pascua y que él esperó siempre con tanta fe; se nos va un gran pastor y un colaborador: desde que llegué a la diócesis (en 2008) ha sido un hombre de consulta y gran colaborador nuestro, tanto en lo económico como en el Consejo de presbíteros o Consejo de consultores”.
“Despedimos a un gran sacerdote que ha marcado una pertenencia fuerte con nuestra diócesis”, dijo, “extrañaremos esta patenidad y fraternidad con tantos sacerdotes como pudo acompañar y guiar”.
“Rezamos los unos por lo otros por su eterno descanso bajo el cuidado maternal de María, ya que él siempre fue tan devoto de la Virgen y ya está con ella y con su Hijo”, completó.
En la homilía, el presbítero Mario Inchauspe, párroco de Nuestra Señora de Luján (Longchamps), reveló los últimos diálogos que tuvo con el padre Mirko y que él ya sabía que “llegó mi hora”.
No obstante, confesó, daba gracias al Señor porque “yo trabajé para Dios sin interrupción y eso es una gracia, y se que ahora me esperan Jesús y la Virgen, porque yo confío en su misericordia”.
“Te venimos a entregar al padre Mirko”, indicó Inchauspe, “vos no diste el honor y el privilegio de compartir un tiempo de esta peregrinación con él, nos diste en él, ejemplo de un hombre que con sencillez y humildad quizo vivir para vos”.
El obispo auxiliar, monseñor Ignacio Medina; el obispo auxiliar de La Plata, monseñor Federico Wechsung; y obispos eméritos junto a sacerdotes de la Iglesia diocesana y de otras jurisdicciones concelebraron la misa, que también contó con la presencia de diáconos permanentes, religiosas, laicos, familiares de Grbec y fieles de otras parroquias.
Luego de la misa, la inhumacion se llevó a cabo en el cementerio sacerdotal -ubicado en la casa de retiros Nuestra Señora de Guadalupe- de Luis Guillón.
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