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Rezó la diócesis por los cuatro beatos “mártires riojanos”


En la catedral Nuestra Señora de la Paz, el obispo diocesano, monseñor Jorge Lugones SJ, presidió esta noche una misa por la memoria (fiesta) litúrgica de los “mártires riojanos” -un obispo, dos sacerdotes y un laico- que fueron beatificados el 27 de abril.

  • 17 Julio 2019
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En la catedral Nuestra Señora de la Paz, el obispo diocesano, monseñor Jorge Lugones SJ, presidió esta noche una misa por la memoria (fiesta) litúrgica de los “mártires riojanos” -un obispo, dos sacerdotes y un laico- que fueron beatificados el 27 de abril.

En la misa, monseñor Lugones aseguró que “ellos dieron su vida por el evangelio y su pueblo, y hoy son bienaventurados”, y pidió que “las semillas de los mártires nos den muchas vocaciones al sacerdocio, religiosas y para la misión”.

Ellos, los “mártires riojanos”, son: monseñor Enrique Angelelli, tercer obispo de La Rioja; presbítero Gabriel Longueville, sacerdote diocesano; fray Carlos de Dios Murias, sacerdote profeso en la Orden de los Frailes Menores Conventuales; y Wenceslao Pedernera, laico y padre de familia, quienes fueron proclamados beatos en una misa celebrada en La Rioja, y donde se definió que la fiesta litúrgica en memoria de ellos se celebre en este día, en recuerdo de la fecha de nacimiento de monseñor Angelelli.

En la homilía, el obispo auxiliar, monseñor Torres Carbonell dijo que “hoy como comunidad diocesana rezamos invocando la protección de los cuatro beatos que nos regala la Iglesia para la veneración, para ir reconociendo en sus vidas los ejemplos que nos han dejado”.

“Los cuatro beatos desarrollaban una acción pastoral abierta a los nuevos desafíos pastorales, atenta a la promoción de los estratos más débiles, a la defensa de su dignidad y a la formación de las conciencias, en el marco de la Doctrina Social de la Iglesia”, señaló el obispo, y agregó que “se adentraron tanto en las vidas necesitadas, que llegaron a vivir sin medir consecuencias”.

Postales de la misa

“Hoy tenemos que recoger la bendición recibida con la vida profética y plena de Enrique, Gabriel, Carlos y Wenceslao. Que nos preguntemos qué nos enseñan, cómo nos alientan desde lo que cada uno fue para la Iglesia y el pueblo, porque hay un obispo, dos sacerdotes y un laico: estamos todos para recoger el mensaje al que se nos invita por esta gracia recibida", completó (ver texto completo en adjunto).

En la misa participaron, entre otros, religiosas de las Hijas de San José de distintas partes del mundo, que esta semana están viviendo una asamblea internacional en el colegio homónimo de Burzaco.