El obispo de la diócesis de Lomas de Zamora, monseñor Jorge Lugones SJ, dirigió una carta a los catequistas, donde reconoce la “invalorable tarea” y asegura que “es tiempo de desafíos”. “Pero es tiempo de creatividad, de confirmación en la propia vocación de catequista y de envío, porque más que nunca, nuestros niños, adolescentes y jóvenes necesitan del anuncio esperanzador que fortalece la fe en Jesús”, indicó.
- 14 Agosto 2020
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El obispo de la diócesis de Lomas de Zamora, monseñor Jorge Lugones SJ, dirigió una carta a los catequistas, donde reconoce la “invalorable tarea” y asegura que “es tiempo de desafíos”. “Pero es tiempo de creatividad, de confirmación en la propia vocación de catequista y de envío, porque más que nunca, nuestros niños, adolescentes y jóvenes necesitan del anuncio esperanzador que fortalece la fe en Jesús”, indicó.
En su mensaje, el obispo se mostró agradecido “por la calidad humana y también la cantidad de catequistas que nos acompañan en la misión, en este mes de la catequesis en que nos solemos juntar para compartir y festejar la hermosa misión que el Señor nos regala”, y por ello, ante la imposibilidad de la catequesis presencial, este año, por la pandemia, quiso ofrecer “algunas reflexiones para los tiempos que corren y tal vez para los que debamos enfrentar en la post pandemia”.
Valoró sí la tarea de los catequistas de los colegios y de las parroquias, pero los distinguió: “Los catequistas escolares han procurado que su tarea no sea solamente la de entregar contenidos doctrinales, sino que se ha constituido en momentos de fortalecimiento de la esperanza y de acompañamiento en la dificultad. Así también ha ocurrido con la catequesis parroquial, en la cual los catequistas y sus párrocos, han tenido que hacer uso del ingenio e improvisar mecanismos para realizar la tarea catequística, atendiendo no sólo contenidos doctrinales, sino acompañar a las familias en las consecuencias que esta realidad de pandemia impone”.
Postales y mensaje del encuentro diocesano de catequistas 2019
Recordó los tres pilares que en las visitas pastorales y en los encuentros catequísticos de los años anteriores remarcó: doctrina, recreación y misión. Y también el pedido para que “la tarea catequística no sea un acto escolar más”.
“Me parece oportuno en este momento, ofrecer una reflexión sobre el modo de encarar nuestras catequesis sacramentales, en donde nos centrábamos tal vez en los temas de la etapa catequística, preocupados por dar todos los contenidos, en algunos casos con cuaderno, pizarrón y tarea, como en la escuela… y hasta con boletín para la firma de la asistencia a misa o las confesiones…Esto nos ha pasado, que nadie se rasgue las vestiduras… el antídoto, es darle a la catequesis formato recreativo”.
“Es tiempo de desafíos. Pero es tiempo de creatividad, de confirmación en la propia vocación de catequista y de envío, porque más que nunca, nuestros niños, adolescentes y jóvenes necesitan del anuncio esperanzador que fortalece la fe en Jesús”, finalizó.
El mensaje del obispo se da en la proximidad del Día del Catequista, que la Iglesia celebra el 21 de agosto, memoria de San Pio X y patrono de estos agentes.
Mensaje completo del obispo
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