Con una misa en la capilla Nuestra Señora de la Paz del convento carmelita de Luis Guillón, que presidió el obispo diocesano, monseñor Jorge Lugones SJ, culminó hoy el “Encuentro sacerdotal de pastoral” (E.S.P.) que congregó durante toda la semana a los sacerdotes de la diócesis de Lomas de Zamora.
- 10 Junio 2022
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Con una misa en la capilla Nuestra Señora de la Paz del convento carmelita de Luis Guillón, que presidió el obispo diocesano, monseñor Jorge Lugones SJ, culminó hoy el “Encuentro sacerdotal de pastoral” (E.S.P.) que congregó durante toda la semana a los sacerdotes de la diócesis de Lomas de Zamora.
El reencuentro presencial, la fraternidad y cómo encarar los desafíos pastorales que plantea la pospandemia, fueron los ejes centrales del encuentro. El tiempo sinodal, “que es caminar juntos y no es fácil”, y “volver al camino”, una de las definiciones del obispo en su homilía.
Al explicar la lectura del día del primer Libro de los Reyes, monseñor Lugones habló de la figura del camino, “que nos ayuda en este tiempo sinodal, que es caminar juntos, y este camino de Elías no siempre es fácil”.
“Vuelve por el mismo camino, le dice Dios a Elías, hace de vuelta el camino”, señaló. “Quizá en ese camino de vuelta, que es un camino de humildad y humillación, pensando que ya lo vi todo, el Espíritu nos puede abrir los ojos del alma y poder contemplar y ver lo que pasamos sin mirar o lo que miramos sin ver”, expresó. Y planteó: “Qué expectativa nos tiene preparado el Espíritu para volver a nuestras comunidades y recomenzar el camino”.
Qué es el E.S.P.
Acompañados por el obispo diocesano, el obispo auxiliar, monseñor Ignacio Medina, y el vicario general, presbítero Hugo Barrios, los sacerdotes -párrocos y vicarios de las parroquias, del clero diocesano y religiosos- estuvieron reunidos desde el lunes en la casa de retiros “Nuestra Señora de Guadalupe” (Luis Guillón).
Iluminados por la frase evangélica: “Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida”, el E.S.P. comenzó con la reflexión y oración a cargo del obispo de Morón, monseñor Jorge Vázquez, para “recuperar la esperanza y la alegría”.
Durante la semana, los sacerdotes hicieron “una lectura creyente de la experiencia de la pandemia (Jesús, Vida)” y reflexionaron sobre “los aprendizajes que el tiempo de pandemia nos ha dejado y ha dejado a nuestras comunidades”.
En la línea de “esperar haciendo para salir mejores” (Jesús Camino), charlaron sobre los cambios que se esperan al salir de la pandemia, qué cosas permanecerán y cuáles habrán de abandonarse. Y al final trataron de “crear un puente entre los aprendizajes pastorales y los desafíos eclesiales/pastorales en el momento actual y el futuro (Jesús, Verdad)”. Teniendo en cuenta esto, “y escuchando lo que el pueblo de Dios manifestó en la consulta sinodal”, buscaron responder “¿qué cauces pastorales nos proponemos?”.
El “Encuentro sacerdotal de pastoral” fue de este modo el primer gran encuentro anual de los sacerdotes de la Iglesia diocesana -más allá de la jornada de inicio de año que se desarrolló en Canning o la misa crismal-; el retiro espiritual previsto para septiembre es el otro evento de importancia que reúne a los sacerdotes en su conjunto.
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