El nuevo obispo auxiliar de la diócesis de Lomas de Zamora se presenta: “Pronto nos veremos para trabajar juntos”

El nuevo obispo auxiliar de la diócesis de Lomas de Zamora, monseñor Fernando Daniel Rodríguez, manifestó su entusiasmo por la designación del Papa Francisco, “con muchas ganas de recorrer” la Iglesia diocesana, y envió “un saludo enorme a toda la gente, a todos los discípulos de Jesús que andan por Lomas. Pronto nos veremos para trabajar juntos”.

En diálogo con Eclesia, el flamante obispo auxiliar, cuyo nombramiento se conoció esta mañana, dijo que recibió la designación con “asombro” porque “hace 22 años que me vine a la Patagonia, fueron años lindísimos, hermosos, compartiendo en la zona rural, también en la ciudad, ahora en El Bolsón, conocí tanta gente linda y me está costando, pero al mismo tiempo, me van animando, me dijeron que la diócesis de Lomas es una diócesis muy linda, me hablaron muy bien de la Iglesia diocesana, de los sacerdotes, de la gente, así que voy con ganas”.

Monseñor Rodríguez fue ordenado sacerdote el 25 de octubre del 1997. Desde ese momento hasta el 2003 fue vicario parroquial del Santuario de San Cayetano en Liniers. En marzo de 2003, fue enviado, como sacerdote “fidei donum”, a la diócesis de San Carlos de Bariloche, donde fue nombrado párroco en diferentes comunidades: Sagrado Corazón en Los Menucos, María Auxiliadora en Pilcaniyeu, San José en Dina Huapi y, actualmente, en Nuestra Señora de Luján en la localidad de El Bolsón, provincia de Río Negro, donde le llegó la designación episcopal.

“Siento agradecimiento, la verdad que vine para acá con 33 años y acá aprendí a ser cura, a recorrer y visitar la gente, y hoy también tengo la sensación de tristeza por la partida”, expresó por los más de 20 años de ministerio en el sur del país.

Un sacerdote “fidei donum”, cuyo nombramiento se conoce justo en el último día del Mes de las Misones: “Cuando estuve en Buenos Aires, pedí permiso y el entonces arzobispo, el cardenal Jorge Bergoglio, hoy Papa Francisco, me envió aquí. Siempre la misión estuvo en mi corazón desde joven. Mi vocación nace con los grupos misioneros en la parroquia donde estaba, así que siempre tomé todos estos años como una gran misión, así lo viví y por eso aprecio mucho la tarea misionera e intento vivir mi servicio sacerdotal desde lo misionero. Y ahora me toca Lomas, y allá vamos”.

Dijo que no conoce nada de Lomas de Zamora, ni tampoco al titular diocesano, monseñor Jorge Lugones SJ, con quien se encontrará en la próxima Asamblea Plenaria que comenzará el 11 de noviembre en Pilar. La fecha y el lugar de la ordenación episcopal aún restan por definirse, contó.

“Voy con un poco de miedo por todo esto que se me encomienda, por esta tarea que se me pide”, admitió, “pero al mismo tiempo, con muchas ganas de recorrer, de andar. Un saludo enorme a toda la gente, a todos los discípulos de Jesús que andan por Lomas. Pronto nos veremos para trabajar juntos”.

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