Con el Miércoles de Ceniza, la Iglesia comenzó la Cuaresma

El obispo de la diócesis de Lomas de Zamora, monseñor Jorge Lugones SJ, presidió esta noche la misa del Miércoles de Ceniza, que dio inicio a la Cuaresma, el tiempo litúrgico de preparación a la Pascua de Resurrección. “Cuaresma no es un ritual que tenemos que seguir”, sostuvo el obispo, “sino que es una oportunidad, la puedo aprovechar o la puedo dejar pasar”.

En la catedral Nuestra Señora de la Paz, junto al párroco, el presbítero Hugo Barrios, el obispo llevó a cabo el rito propio del día: la imposición de las cenizas. La misma práctica litúrgica se realizó en este día en todas las parroquias.

Antes, en la homilía, monseñor Lugones desarrolló las tradicionales prácticas cuaresmales que propone la Iglesia, la oración, el ayuno y la misericordia. Ayunar, dijo, “no es dejar de comer, sino dejar de consumir lo que intoxica el alma”.

Y ante las “distracciones” de las redes sociales, tan propias de estos tiempos, planteó: “Cuaresma, ¿podrá ser un tiempo de mayor atención interior?”.

•  Video. Reseña de la misa del Miércoles de Ceniza

Como cada año, el Papa Francisco escribió un mensaje para la Cuaresma. En esta oportunidad, invitó a descubrir en este tiempo que conduce a la Pascua “las llamadas a la conversión que la misericordia de Dios nos dirige a todos, de manera personal y comunitaria”.

El mensaje, firmado por Su Santidad el 6 de febrero, pocos días antes de ser internado en el hospital “Agostino Gemelli” de Roma, lleva como lema: “Caminemos juntos en la esperanza”.

Entre las “llamadas a la conversión” plantea si “en los lugares donde trabajamos, en las comunidades parroquiales o religiosas, somos capaces de caminar con los demás, de escuchar, de vencer la tentación de encerrarnos en nuestra autorreferencialidad, ocupándonos solamente de nuestras necesidades”.

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