- 08 Agosto 2016
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Más de 1500 catequistas de la diócesis de Lomas de Zamora -todos juntos por ser el “Año Jubilar de la Misericordia”, a diferencia de los años anteriores que era por vicarías- se reunieron el último sábado para celebrar su tarea y misión; el obispo diocesano, monseñor Jorge Lugones sj, los acompañó durante el día y presidió la misa de cierre y envío de 38 nuevos agentes.
En su homilía, monseñor Lugones llamó a una “catequesis misionera", una “catequesis en salida”, con catequistas que vivan el “encuentro con Jesús”.
“El obispo no ve toda la tarea del catequista, o la tarea de amor, pero Dios si lo ve”, destacó el prelado, y agregó que “los catequistas con un corazón misericordioso no caen en paracaídas, sino que se van fraguando en el encuentro con Jesús, en la cercanía del Señor. El camino de anunciar y transfigurar van juntos, porque vamos a ser catequistas con una impronta misionera si vivimos realmente el encuentro con Jesús desde trabajar la tierra del corazón”.
“Ahora hay que volver de vuelta a nuestra comunidad, a los catequizandos, a las familias, ahí es donde se va a fraguar esta escucha de Jesús cada día, para discernir qué me pide, trabajar la tierra del corazón, y al escucharlo, me irá abriendo el deseo de ser catequista con un corazón misericordioso”, completó.
El encuentro jubilar se hizo en el colegio Regina Apostolorum (Rafael Calzada), con el lema: “Catequistas con un corazón misericordioso”; el padre Alejandro Puigari habló a la mañana sobre “La Misericordia en la Catequesis”, y luego se presentaron “gestos” de misericordia que lleva a cabo la diócesis, entre ellos, el “Centro de estimulación temprana” que se proyecta en Capitán Giachino y Soldado Brito, en el Barrio 2 de Abril, en jurisdicción de la parroquia Beata Laura Vicuña (Lomas de Zamora).
Por la tarde, hubo un tiempo de adoración al Santísimo Sacramento y culminó la reunión con la Eucaristía concelebrada por los obispos auxiliares, monseñor Jorge Vázquez y monseñor Jorge Torres Carbonell, y los sacerdotes presentes.
Los catequistas que completaron su formación en los distintos Seminarios Catequísticos recibieron el “Envío” de manos del obispo.
