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La diócesis honró a Nuestra Señora de la Paz

 
El obispo de Lomas de Zamora, monseñor Jorge Lugones sj, presidió hace instantes la fiesta patronal de la diócesis en honor de Nuestra Señora de la Paz, que tuvo como lema: “Con María seamos artesanos del encuentro y constructores de la paz”.

  • 24 Enero 2017
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El obispo de Lomas de Zamora, monseñor Jorge Lugones sj, presidió hace instantes la fiesta patronal de la diócesis en honor de Nuestra Señora de la Paz, que tuvo como lema: “Con María seamos artesanos del encuentro y constructores de la paz”.


Por las condiciones climáticas, la celebración eucarística tuvo lugar en el templo de la catedral.

Ver videos de la transmisión en vivo en FB live

“María es la escuela de la fiesta de toda la humanidad, el lugar donde aprendemos la delicadeza, la atención, la transparencia, el encuentro y la luminosidad de la fiesta”, señaló monseñor Lugones en su homilía (ver texto completo en adjunto, abajo), al tiempo que expresó su deseo de “ser una Iglesia agradecida y reverencial hacia Dios, en los hermanos que llegan a nuestras parroquias y comunidades”.


Concelebraron la Eucaristía los obispos auxiliares, monseñor Jorge Vázquez y monseñor Jorge Torres Carbonell; el párroco Hugo Barrios; y los sacerdotes presentes.


El obispo centró su mensaje en las cuatro prioridades de la diócesis surgidas de la Asamblea del Pueblo de Dios de noviembre: una Iglesia más abierta y cercana a todos; Iglesia solidaria y samaritana; Compromiso social desde la fe en los adolescentes y jóvenes; y la Misión Permanente en REDd (Reflexión evangélica domiciliaria diocesana).

“¡Sigamos partiendo y repartiendo con alegría el pan de la Palabra que da vida!”, animó el obispo en relación a la última prioridad.


“Hoy la Iglesia nos pide que: ¡salgamos a la vastedad de las periferias existenciales! para llegar al encuentro de tantos hermanos que necesitan la palabra, el abrazo, la escucha, la cercanía fraterna”, dijo. “Es decisivo que podamos construir los cimientos de la paz que nos den el precioso andamiaje de esa paz, construida desde nuestros corazones y articulada con nuestro esfuerzo mancomunadamente logrado codo a codo, como esperanza fecunda de la promesa”.-