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"Cuidemos la tierra, la energía y el agua", pidió el obispo a los chicos


En la catedral Nuestra Señora de la Paz, el obispo diocesano, monseñor Jorge Lugones SJ, presidió esta mañana una misa en el marco de la peregrinación de niños que finalmente fue suspendida por las condiciones climáticas.

  • 13 Mayo 2017
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En la catedral Nuestra Señora de la Paz, el obispo diocesano, monseñor Jorge Lugones SJ, presidió esta mañana una misa en el marco de la peregrinación de niños que finalmente fue suspendida por las condiciones climáticas.

Entrada de la Virgen de Luján a la misa

“Junto con María, cuidamos la tierra, cuidamos la vida”, es el lema que igualmente reunió a los niños y jóvenes de las parroquias y colegios que participaron de la misa concelebrada por el obispo auxiliar, monseñor Jorge Torres Carbonell; el vicario general de la diócesis, presbítero Hugo Barrios; y el presbítero Marcelo Portillo. 


En su homilía, el obispo animó a “compartir el evangelio, que es Buena Noticia, en comunidad -familia, amigos, colegio-, pero especialmente con aquellos que no vienen a la Iglesia”, y les recordó la propuesta de los grupos REDd (Reflexión Evangélica Domiciliaria diocesana) para chicos. Y de acuerdo al lema de la peregrinación, los instó a cuidar “la naturaleza, la energía y el agua”.


La peregrinación diocesana de niños se lleva a cabo desde hace 33 años en torno a la fiesta de Nuestra Señora de Luján, patrona de la Argentina; organizada por el Area de Aspirantes de la Acción Católica abarca 12 km. desde la catedral de Lomas de Zamora hasta la parroquia Nuestra Señora de Luján (Longchamps).


Este año, por la lluvia caída en los últimos días, fue suspendida, especialmente por el estado del lugar previsto como descanso, la capilla de Betharrám, en Adrogué, y el punto final, la parroquia de Longchamps donde se iba a desarrollar la misa de cierre.

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Peregrinación de chicos 2017

La misa de esta mañana, además, coincidió con la conmemoración de los 100 años de la primera aparición de la Virgen de Fátima, cuya imagen también estuvo presente en el altar, y los obispos saludaron especialmente (ver aparte).