La fe de la Iglesia en San Cayetano
En el día de San Cayetano, patrono de la paz, el pan y el trabajo, el obispo diocesano, monseñor Jorge Lugones sj, presidió esta tarde una misa donde pidió “que a nadie le falte el pan de cada día, porque hoy a muchos en nuestra patria les falta, y no lejos de aquí, y que podamos llevar el pan de la Palabra como cristianos”.
- 07 Agosto 2017
- 2337 visitantes
- 07 Agosto 2017
- 2337 visitantes
En el día de San Cayetano, patrono de la paz, el pan y el trabajo, el obispo diocesano, monseñor Jorge Lugones sj, presidió esta tarde una misa donde pidió “que a nadie le falte el pan de cada día, porque hoy a muchos en nuestra patria les falta, y no lejos de aquí, y que podamos llevar el pan de la Palabra como cristianos”.
Luego de una procesión en torno a la parroquia San Cayetano de Burzaco, monseñor Lugones aseguró que “el trabajo dignifica a la persona, el trabajo es justicia, que permite que cada uno deba ganarse el pan con el sudor de la frente y pueda mantener a su familia” y advirtió que “no podemos quedarnos sin hacer nada ante el sufrimiento de tantos, ante la desigualad y la inequidad que estamos viviendo”.
Procesión con el santo patrono
Animó a “sacar lo mejor de nosotros, como la espiga del pan de San Cayetano, que es para compartirlo, esa espiga implica el pan de la Palabra, que también tenemos que compartir, como nosotros que lo hacemos a través de los grupos REDd”.
En su homilía, también, destacó que “todos somos responsables, todos podemos abrir el corazón y poner la buena voluntad y el buen deseo desde la oracion, como ustedes que han venido a pedir que se abran fuentes de trabajo, y los que puedan generar trabajo lo hagan, aunque esto les cueste bastante, incluso parte de su capital, porque ese capital lo hicieron con otros que trabajaron para ellos”.
Todas las fotos de la procesión y misa
“Pidamos a San Cayetano que en momentos de crisis no falle nuestra fe, hoy hemos venido a compartir nuestra fe”, señaló el obispo, “la fe que sembraron nuestros mayores en nuestro corazón y en la mente, entre ellos, la primera que trajo la devoción de San Cayetano fue una mujer, la hoy beata Mama Antula: recemos para que un día la veamos en los altares”.
“Hoy venimos a agradecer y a pedir la paz, el pan y el trabajo: que esta imagen con la espiga que nos llevaremos nos haga recordar que hay muchos que no tienen pan para comer y nosotros debemos compartir, y otros ni siquiera la Buena Noticia del evangelio que es vida, y también debemos compartirles la Palabra”.
La Cruz de Matará -que esta semana peregrina por la diócesis- está presente en la fiesta patronal de esta comunidad.
Eclesia en FB