Por el “Día del Trabajador”, el obispo deseó “confianza entre nosotros y un espíritu de unidad”
En una reflexión por el “Día del Trabajador”, el obispo de la diócesis de Lomas de Zamora, monseñor Jorge Lugones SJ, destacó a San José Obrero, cuya fiesta se celebra mañana 1 de mayo, y deseó “un dia del trabajo con confianza y esperanza, porque la solución se dará si hay una confianza entre nosotros y un espíritu de unidad”, ya que “sin unidad no podremos salir adelante ni como familia, ni como comunidad ni país”.
- 30 Abril 2019
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En una reflexión por el “Día del Trabajador”, el obispo de la diócesis de Lomas de Zamora, monseñor Jorge Lugones SJ, destacó a San José Obrero, cuya fiesta se celebra mañana 1 de mayo, y deseó “un dia del trabajo con confianza y esperanza, porque la solución se dará si hay una confianza entre nosotros y un espíritu de unidad”, ya que “sin unidad no podremos salir adelante ni como familia, ni como comunidad ni país”.
En “una fecha tan señera para los trabajadores y trabajadoras” y “un dia en que estamos un poco perplejos y sufridos por la falta de trabajo”, monseñor Lugones resaltó la figura de San José que “tuvo que enfrentar la pobreza, la falta de trabajo, las contradicciones, las sorpresas de Dios” y, no obstante, “se convierte en el hombre fiel que le pone el hombro a Dios”. “Atento a los acontecimientos de su tiempo, nos enseña a discenir el paso de los designios de Dios en nuestras vidas, se planta ante la vida, cree, confía y se abandona al plan de Dios”, agregó.
Citando el Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia, monseñor Lugones dijo que “el trabajo es un derecho fundamental porque es un bien para el hombre, un bien útil, digno de él, porque es idóneo para expresar y acrecentar la dignidad humana”, y describió a la desocupacion como “una verdadera calamidad social sobre todo en relacion a las jóvenes generaciones” (Nº 287).
Audio de la reflexión por el "Día del Trabajador"
Y se refirió a las mujeres y el derecho al trabajo (DSI 295): “Muchas mujeres de nuestro pueblo trabajador ven conculcados sus derechos laborales. (…) La mujer hoy sufre esta marginación, urgida muchas veces, porque vemos que necesitamos reconocer la tarea y el trabajo de la mujer, que no siempre es empleo pero es trabajo”.
“La gran deuda de los argentinos es la deuda social”, sostuvo monseñor Lugones, también Presidente de la Comisión Episcopal de Pastoral Social, al recordar la declaración de los obispos argentinos “Afrontar con grandeza nuestra situación actual” del 11 noviembre del 2000. “Hoy después de casi dos décadas creemos que sigue siendo la deuda interna de los argentinos esta deuda social”, aseveró.
En una reflexión para Radio María, el obispo dijo que “vemos una cuestión dolorosa en nuestro país, tantos hermanos y hermanas ubicados bajo la línea de pobreza, difícilmente abordable desde los planes sociales, sino hay una creatividad nueva”. Y valoró la “Mesa de diálogo y encuentro por el trabajo y la vida digna”, una iniciativa de laicos con grupos de organizaciones gremiales, empresariales, cooperativas y de la economía popular que está trabajando con distintos sectores de la sociedad y que elaboró el documento: “Una patria fundada en la solidaridad y el trabajo”.
“Pidamosle a San José, agraciado por la elección de Dios, pero que no se le resuelven las dificultades de llevar adelante una familia en la pobreza, a confiar más en Dios”.
“Ojalá que nuestros sueños no se hundan por algunas nubes tormentosas y oscuras, que podríamos llamar desilución, o porque naufraguen las naves de nuestros propios proyectos o los deseos para nuestros hermanos desocupados; que confiemos en el amor grande y generoso de Dios Padre, que nos donó a su hijo, nos regaló una madre y a un custodio silencioso pero valioso y magnífico intercesor para salir del atolladero cuando más lo necesitemos”. Por eso, agregó, “es importante encomendarnos a San José y pedir trabajo digno para tantos que hoy lo buscan”.
“Les deseo un día del trabajo con confianza y esperanza, porque también la solución se dará si hay una confianza entre nosotros y un espíritu de unidad; es importante el sentido de unidad, porque sin unidad no podremos salir adelante ni como familia, ni como comunidad ni como país. Que podamos poner el hombro y tender la mano a quien lo necesita, y pedir la gracia a San José que ruege a Dios Padre que nos conceda de su hijo, que se abran fuentes genuinas de trabajo”.-